Un día siendo las 10:30 PM mi familia y yo disponíamos a dormir, ya que al día siguiente teníamos que seguir con nuestra jornada laboral, en el momento cuando nos encontrábamos despidiendo sonó el teléfono mi padre contesta y da un grito fuerte diciendo “NO, NO PUEDE SER”, se siente que cuelga y se aparece en el cuarto llorando y pegándose contra las paredes, todos asustados corrimos para ver que le pasaba se sentía un vació, una duda y con su llanto era mas grande la incertidumbre, a los dos minutos un poco mas calmado pero con el llanto que lo acompañaba, el habla y dice “mi hermano Javier, mi cuñada Consuelo, mi sobrino Tato murieron en un accidente de transito al chocar con una volqueta de la policía en la autopista de Valledupar, mi otra sobrina Jessica se encuentra gravemente en el hospital me llamo Carolina para avisarme” desde hay todo cambio, el ambiente y el animo dio un giro de 360 grados por que uno nunca se espera ese tipo de noticias. Todos hay mismo nos arreglamos y nos fuimos al aeropuerto de Rionegro a esperar que tragieran el en avión a Jessica y los tres muertos.
Al llegar fue algo fuerte ver tres seres queridos en un ataúd tapado, sin poder ya hablar con ellos, ni abrazarlos, ni decirles cuantos los queríamos fue demasiado duro y desde hay vi y entendí que es verdaderamente la muerte, aunque nunca me hubiera gustado aprenderlo de esa manera.
Mientras tanto en la otra ciudad Valledupar se encontraba la otra prima Carolina la cual se salvo ya que ella no quiso salir ese día con su familia. Los vecinos que era supuestamente amigos de la familia y que le tenían gran aprecio aprovecharon el dolor de Caro para coger todas las pertenecías, objetos, ropa, plata que ellos tenia y robársela sin dejar ninguna cosa.
Un tío tuvo que viajar a Valledupar para recoger a mi prima Caro y llevársela a Medellín para darle cristiana sepultura a sus padres y hermano y aparte de eso cuidar a su hermana Jessica el cual estaba inconciente y no sabia la mala noticia. Dos días después en el Cementerio Campos de Paz siendo las 9 de la mañana comenzó la misa y de un momento a otro despedir a unas personas integras, responsables, amables y con una alegría que los caracterizaba.
Luego de haberlos enterrado nos fuimos a la Clínica las América donde estaba mi prima, ella desconocía lo ocurrido ya que no estaba en las mejores condiciones para saberlo. Quince días después y Jessica le dieron de alta no la llevamos derecho al cementerio para decirle la noticia y mostrarle la tumba de sus amados padres y su hermano. Fue algo tan triste al ver el desconsuelo de aquella muchacha que solo tenia 16 años, al verla gritar y desmentir que ellos habían muerto hasta el punto de caer y quedar de nuevo inconciente, la cogimos y no la llevamos a la casa, desde hay empezaron hablar las dos niñas de 16 años ¿qué iba hacer de su vida? ¿Si volvían a su ciudad o no?, ¿cómo y donde iban a vivir?
Era un dolor inmenso el cual sentíamos todos y ya lo único que nos quedaba era pensar en el bienestar de las primas y como íbamos a manejar este duelo, duelo que todavía esta en nuestros corazones pero con la ayuda de ellos y nosotros mis primas pudieron salir adelante de esto ya hace 10 años, ahora son niñas que viven solas y tratan de sacar sus carreras.
Al llegar fue algo fuerte ver tres seres queridos en un ataúd tapado, sin poder ya hablar con ellos, ni abrazarlos, ni decirles cuantos los queríamos fue demasiado duro y desde hay vi y entendí que es verdaderamente la muerte, aunque nunca me hubiera gustado aprenderlo de esa manera.
Mientras tanto en la otra ciudad Valledupar se encontraba la otra prima Carolina la cual se salvo ya que ella no quiso salir ese día con su familia. Los vecinos que era supuestamente amigos de la familia y que le tenían gran aprecio aprovecharon el dolor de Caro para coger todas las pertenecías, objetos, ropa, plata que ellos tenia y robársela sin dejar ninguna cosa.
Un tío tuvo que viajar a Valledupar para recoger a mi prima Caro y llevársela a Medellín para darle cristiana sepultura a sus padres y hermano y aparte de eso cuidar a su hermana Jessica el cual estaba inconciente y no sabia la mala noticia. Dos días después en el Cementerio Campos de Paz siendo las 9 de la mañana comenzó la misa y de un momento a otro despedir a unas personas integras, responsables, amables y con una alegría que los caracterizaba.
Luego de haberlos enterrado nos fuimos a la Clínica las América donde estaba mi prima, ella desconocía lo ocurrido ya que no estaba en las mejores condiciones para saberlo. Quince días después y Jessica le dieron de alta no la llevamos derecho al cementerio para decirle la noticia y mostrarle la tumba de sus amados padres y su hermano. Fue algo tan triste al ver el desconsuelo de aquella muchacha que solo tenia 16 años, al verla gritar y desmentir que ellos habían muerto hasta el punto de caer y quedar de nuevo inconciente, la cogimos y no la llevamos a la casa, desde hay empezaron hablar las dos niñas de 16 años ¿qué iba hacer de su vida? ¿Si volvían a su ciudad o no?, ¿cómo y donde iban a vivir?
Era un dolor inmenso el cual sentíamos todos y ya lo único que nos quedaba era pensar en el bienestar de las primas y como íbamos a manejar este duelo, duelo que todavía esta en nuestros corazones pero con la ayuda de ellos y nosotros mis primas pudieron salir adelante de esto ya hace 10 años, ahora son niñas que viven solas y tratan de sacar sus carreras.
Cibergrafìa de la Imagen
No hay comentarios.:
Publicar un comentario