sábado, 18 de septiembre de 2010

Enrique Anderson Imbert




Biografía

(Córdoba, 1910 - Buenos Aires, 2000) Narrador y crítico literario argentino, autor de un ensayo fundamental, Historia de la literatura hispanoamericana (1954) y de cuentos breves reunidos en diversas antologías.

Anderson Imbert estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de Buenos Aires y fue discípulo de Amado Alonso y Pedro Henríquez Ureña. Inició tempranamente su labor narrativa con Vigilia (1934), que sería reeditada con su novela Fuga en 1963. Ejerció la docencia en las universidades estadounidenses de Harvard y Michigan, como profesor de literatura hispanoamericana, y destacó por sus ensayos y críticas.

En 1967 ingresó en la Academia Americana de Artes y Ciencias y en 1978 fue nombrado miembro de la Academia Argentina de las Letras, de la que ejerció la vicepresidencia entre 1980 y 1986. En 1994 fue finalista del premio Cervantes.

Sus cuentos se sitúan en una zona entre lo fantástico y el realismo mágico: El gato de Cheshire (1965), La locura juega al ajedrez (1971) y La botella de Klein (1975). Recopiló sus ficciones en El mentir de las estrellas (1979).

Entre su producción ensayística cabe citar Tres novelas de Payró con pícaros en tres miras (1942), La crítica literaria contemporánea (1957), Crítica interna (1960), La originalidad de Rubén Darío (1968), El realismo mágico y otros ensayos (1976) y El arte del cuento (1978).

Fragmento

Al pie de la Biblia abierta -donde estaba señalado en rojo el versículo que lo explicaría todo- alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los amigos. Después bebió el veneno y se acostó.

Nada. A la hora se levantó y miró el frasco. Sí, era el veneno.

¡Estaba tan seguro! Recargó la dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces disparó su revólver contra la sien. ¿Qué broma era ésa? Alguien -¿pero quién, cuándo?- alguien le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco estampidos.

Al llegar a su casa se encontró con su mujer envenenada y con sus cinco hijos en el suelo, cada uno con un balazo en la sien.

Tomó el cuchillo de la cocina, se desnudó el vientre y se fue dando cuchilladas. La hoja se hundía en las carnes blandas y luego salía limpia como del agua. Las carnes recobraban su lisitud como el agua después que le pescan el pez.

Se derramó nafta en la ropa y los fósforos se apagaban chirriando.

Corrió hacia el balcón y antes de tirarse pudo ver en la calle el tendal de hombres y mujeres desangrándose por los vientres acuchillados, entre las llamas de la ciudad incendiada.


Comentario

Todas las personas tenemos problemas unos más que otros, o más graves pero lo que algunas personas no son consientes es que para todo hay solución así sea el problema más grave.

Creemos que con el suicidio los problemas acabaran, pero no, no es así ahí quedan e incluso vuelven más, la tristeza y daño que se le hace a la familia, el gasto de dinero en el entierro si ese fue el motivo por que lo hizo hace que se gaste más, el vacío que deja en una casa y muchos más factores que hacen que se vea el suicidio como algo no grato, porque en vez de mejorar se empeora.

Y esto es lo que nos demuestra en el cuento de Enrique Anderson Imbert “El suicida” es para que reflexionemos en el momento de tener problemas y pensar en la mejor solución que no sea la muerte.


Bibliografía

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/anderson_imbert.htm

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/anderson/suicida.htm

Imagen sacada el 18 de septiembre

http://www.google.com.co/imgres?imgurl=http://3.bp.blogspot.com/_03PjmN6Y1dI/SpbwMiVQGDI/AAAAAAAAGSI/joXWsFxZios/s320/200px-Enrique_anderson_imbert.jpg&imgrefurl=http://lugarinexistente.blogspot.com/2009/08/las-ultimas-miradas-por-enrique.html&usg=__gCRuM7GsDJE6eS5Jgpi-TRsqzKQ=&h=268&w=200&sz=15&hl=es&start=0&sig2=y83tyfwI39k7tZOdwS9PFA&zoom=1&tbnid=fY6qvlJxCxmPWM:&tbnh=143&tbnw=107&ei=1leVTO-OO8H38AaN4-yNDA&prev=/images%3Fq%3Denrique%2Banderson%2Bimbert%26um%3D1%26hl%3Des%26rlz%3D1R2ACAW_esCO367%26biw%3D1291%26bih%3D477%26tbs%3Disch:1&um=1&itbs=1&iact=hc&vpx=290&vpy=106&dur=656&hovh=214&hovw=160&tx=83&ty=113&oei=1leVTO-OO8H38AaN4-yNDA&esq=1&page=1&ndsp=15&ved=1t:429,r:1,s:0

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