sábado, 22 de mayo de 2010

DEL DALE ROJO Y DALE VERDE, AL DARLE AL ROJO Y DARLE AL VERDE


“La ausencia de referentes de identidad en los jóvenes, los está llevando a que la práctica de la violencia se convierta en una expresión identitaria”. Gonzalo Medina

El fenómeno de las barras bravas aviva enfrentamientos por territorios de las tribunas del Estadio Atanasio Girardot. Las disputas ya suman varias víctimas.

Andrés Garcés Ramírez, nació en la capital antioqueña el 4 de marzo de 1989, fue integrante de la barra Rexixtenxia Norte del Deportivo Independiente Medellín (DIM). Vivía en el Municipio de La Estrella y desde su niñez fue apasionado por el equipo rojo.

“Tenía una energía innata que promovía una iniciativa de amistad, motivándonos a aguantar los 90 minutos de juego”, afirma Carlos Arango Taborda al describir a Andrés como un buen compañero.

El afecto por el DIM, hacía que “Garcés”, como lo llamaban sus amigos, no faltara en ningún momento al estadio, para apoyar a su equipo, él conservaba las mismas ideologías de las barras en sus inicios.

Este fenómeno de seguidores del fútbol nació en Medellín hace 17 años. Los seguidores, aburridos por la forma de alentar crearon las barras Escándalo Verde y Putería Roja, que se ubicaban en la tribuna oriental con el principio de animar, para acompañar a los equipos.

“Esta forma fue imitada del modelo argentino. Su crecimiento se debe al carácter popular y festivo, donde cualquier persona puede hacer parte de ellas, sin tener que pagar una cuota de ingreso”, señaló Juan Camilo Domínguez, sociólogo de la Universidad de Antioquia.

Las barras del Nacional –NAL- y Medellín (a la que pertenecía Garcés), lograron la credibilidad de los dirigentes del fútbol y de las autoridades de la ciudad, pero diferencias en sus ideologías causaron una ruptura. Los grupos emigraron a las tribunas norte (los del DIM) y sur (los de NAL).

Las barras bravas nacieron en 1998, llamadas la Rexixtenxia Norte y Los del Sur. ”La idea era hacer más popular el grupo de barristas, cambiando paradigmas y fortaleciéndose por el bajo costo del ingreso al estadio”, según, el texto Series El Colombiano, 30 de agosto, 2002.

Los seguidores se extendieron por todo Medellín y muchos hinchas empezaron a desviar sus principios y se dedicaron a crear ideologías.
“Ya no era alentar a su equipo, sino impedir que el rival tocara su tribuna, en otras palabras su espacio sagrado”, expresa Luis Hernando Mejía Mejía, ex comunicador del Independiente Medellín.

Sin fútbol no vivimos, nos va a matar

Todos estos cambios, fueron el motivo del problema con el combo al que pertenecía Andrés, por tener un nivel más alto en la tribuna norte, pero los líderes no lo permitieron porque así perderían las ayudas económicas que diversos programas les suministran, paradójicamente, fomentando la paz. Debido estas circunstancias se armó la guerra entre estas dos barras de la Rexixtenxia.

El 18 de febrero del 2010, Garcés estaba con su grupo en la estación Estadio, esperando la hora para entrar al Atanasio y ver jugar a su equipo contra el Cali. Él no se imagino ser protagonista de la pelea y menos con los mismos seguidores del DIM.

Los barristas por defender su territorio, generan cambios de estado emocional, formando conflictos, “Estas guerras se dan por la ignorancia de muchas personas, que no tienen oportunidades en la vida y se convierten en resentidos sociales y violentos”, dice Juan Sebastián Ossa Bedoya, hincha del Atlético Nacional

Los cuatro factores que evidencian los hechos violentos son “La pasión que se entiende como desorden del ánimo. El territorio el espacio que es inviolable. La agresividad entra en el fútbol como capacidad de acción. Y la violencia comprende actos fuera de razón y justicia” Tesis Pasión y Fanatismo, año 2006, FUNLAM.

La psicóloga Lina Rojas Díaz de la Universidad San Buenaventura, explica que el caso de Andrés fue una predisposición cultural en los barristas, lo que conlleva a la aparición de conductas violentas. “Además muestra que los hinchas tienen una carencia notable de personalidad, deseo por liderazgo y alcanzar un reconocimiento así sea dentro de las mismas barras”.

La disputa ya estaba cazada, desde el primer partido de la Liga Postobón, se vieron las rivalidades entre dos combos de la barra Rexixtenxia Norte, de acuerdo con lo dicho por Wilson Castaño Pérez, hincha del equipo.

Esto causó que el grupo de Andrés emigrara para la tribuna Sur para ver al Medellín jugar contra el Cali, pero ese fatídico día se encontraron en El Metro con sus antiguos compañeros y ahí empezó la gresca.

“Nosotros, luego del primer juego, habíamos decidido cambiar para la tribuna sur y no tener problemas, pero nos encontramos con la otra barra” cuenta Brayan Osorio Delgado, hincha del Medellín.

Los ex compañeros de la tribuna Norte por el resentimiento que tenía, para defender su mandato llegaron con objetos corto punzantes “Se dieron con palos, piedras y uno sacó pistola. Ellos se atacaban por toda la plazoleta”, señaló Alberto Muñoz Morales, testigo presencial.

Garcés corrió para salvar su vida, pero fue alcanzado por uno de los disparos. Sus amigos lo vieron arrastrarse por el asfalto, mientras los oponentes huían.

Lo trasladaron a la clínica León XIII “Todo fue en vano, pues mi parcero no llegó vivo a la clínica. Él vive por siempre y nos deja de enseñanza que todo esta violencia sin sentido debe cambiar, porque sin fútbol no vivimos, pero el fútbol nos va a matar” dijo José Gutiérrez Gallego, mejor amigo de Garcés.

Comodidad y convivencia en el fútbol

Estas personas involucradas en el hecho incumplieron la Ley 1270 cuyo objetivo es implementar políticas, planes y programas de seguridad, comodidad y convivencia en la organización y práctica del fútbol colombiano. Creada el 5 de enero de 2009 por el Congreso de la República.

“La creación de la Ley 1270, garantiza uno de los aspectos o derechos que tenemos a realizar el deporte en condiciones sanas y seguras”, ratifica Cesar Rodríguez Ramírez, abogado penalista, al plantear mecanismos de solución a la agresión que se ha visto en las barras bravas.

El encargado de las barras en la secretaria de Cultura de Medellín, José David Villa Restrepo, dice que la Ley tiene vacíos en la actualidad no ha sido reglamentada, puesto que no tiene decretos para darle función. “Por esto muchos casos ocasionados por las barras bravas quedan en la impunidad y de cifras no podemos hablar, pues han sido tantos los casos que la cuenta se perdió”.

Historias como la de Andrés, la iglesia se vio en la necesidad de crear el programa Goles en paz. El padre Alirio López Aguilar, director explica que “El principal objetivo, es hacer que los hinchas de las barras entiendan que este escenario es para se celebra el fútbol y especialmente la reconciliación de las barras”, expresa en el sitio web de la Alcaldía de Bogotá.

La Alcaldía de Medellín y las entidades encargadas generan escenarios pedagógicos que promueven la convivencia, el respeto y la cultura ciudadana.

Mientras los programas pedagógicos continúan concienciando los hinchas, que la violencia no es el camino para dañar la imagen de un buen espectáculo, sino para unir al pueblo, los barristas involucrados en la muerte de Garcés están libres aún, esperando para darle al verde o para darle al rojo.

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