viernes, 2 de octubre de 2009

DIARIO DE CAMPO "DETENERSE EN EL BOSQUE", HUMBERTO ECO

No se encuentra explicación a cómo el deambular en la cama para finalmente poder conciliar el sueño puede convertirse en un escrito tan extenso. Así lo expresa Monsleur Humblot criticando a Proust por su escrito.

Calvino cuando habla del tiempo narrativo, explica que puede ser retardador, cíclico o inmóvil; sin negar que la dilación es un placer.

En un texto se deben de poner en escena, los actores que hagan acciones, para que el lector sepa como se desarrollaran estas. Para lo anterior se hacen necesarias las dilaciones, pues son importantes para mantener un apasionamiento por el texto, esto no hace perder tiempo, pues es necesario detenerse para reflexionar antes de decidir, no solo aplica para novelas y películas comerciales.

Las dilaciones narrativas son descripciones de cosas, personajes o paisajes
que sirvan para los fines de la historia. Su función es que el lector quede convencido de que esta leyendo una obra de arte, pues la literatura baja se reconoce por la abundancia de estas.
Otra función de la dilación es el tiempo de la insinuación; en la biblia es notorio como las descripciones intentan “Hacernos comprender que debíamos leer e interpretar lo que se estaba describiendo como una alegoría, o un símbolo”.

Humberto Eco para expresar ejemplos de la dilación, menciona la obra maestra italiana del siglo XIX “Los novios” de Alessandro Manzoni, pues emplea varias paginas con detalles históricos, para expresar el contexto.

Manzoni utiliza preguntas para que el lector dé un paseo inferencia por el contenido del texto, preguntándose frecuentemente hechos importantes a suceder.

En un texto el tiempo aparece en tres formas: Tiempo de fábula, Tiempo de discurso y tiempo de lectura.

Tiempo de la fábula forma parte del contenido de la historia y es literal
Tiempo del discurso es decisión del autor ya que es él el encargado de extender o reducir un texto para imponer el tiempo de lectura.

Para ejemplificar lo anterior el texto trae a acotación que “En una película habríamos tenido una completa adecuación entre tiempo de discurso y tiempo de fábula, se trata de un buen ejemplo de lo que Chatman llama Escena”[1]

La escena no depende de la cantidad de palabras que contenga un párrafo si no del paso que el autor imponga en su texto.

En lo previamente explicado el autor vincula el poder incluir un tiempo de lectura con las artes figurativas y la arquitectura.

La música por el contrario del cine y otras artes, contiene una perfecta coincidencia de los tres tiempos narrativos, el tiempo de cibernavegaciòn también se presenta.
El lector crea un tiempo de alucinación sin importar lo corto o extenso de un libro, pues intenta imaginar cada escena descrita.

Los tres tiempos coinciden cuando se persiguen finalidades muy poco artísticas, como en las películas pornográficas, pues narran explícitamente la cotidianidad y no se pueden interrumpir los actos que se presentan.

Umberto Eco termina su texto “Sugiriendo que una de las formas de dar la impresión de espacio es dilatar, con respecto al tiempo de fábula, tanto el tiempo de discurso, como el tiempo de lectura”[2]

Concluyendo es necesario observar que éstas dilaciones se presentan en tres dimensiones: geográfica, topográfica y de profundidad, creando un orden narrativo atrayente.
[1] Eco Umberto, Seis pasos por los bosques narrativos. (1992-1993) España, editorial Lunan.
Pág. 65[1] Eco Umberto, Seis pasos por los bosques narrativos. (1992-1993) España, editorial Lunan. Pág. 80

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